ISSN: 2959-6513 - ISSN-L: 2959-6513

Volumen 4. No. 8 / Julio – diciembre 2024

Páginas 86 – 101

 

El desarrollo emocional y el logro académico en estudiantes universitarios

Emotional development and academic achievement in college students

Desenvolvimento emocional e desempenho acadêmico em estudantes universitários

 

Luz Magali Villarroel Nuñez

lvillarroel@une.edu.pe

https://orcid.org/0000-0002-9634-0848

Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Lima, Perú

Judith Romero Ortiz

judith.romero@usil.pe

https://orcid.org/0000-0003-0310-5521

Universidad San Ignacio de Loyola. Lima, Perú

Roberta Francisca Espejo Davila de Iparraguirre

respejo@unfv.edu.pe

https://orcid.org/0000-0002-5007-6869

Universidad Federico Villarreal. Lima, Perú.

 

Sarita Silvia Condor Surichaqui

scondors@undac.edu.pe

https://orcid.org/0000-0001-9499-6897

Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión. Lima, Perú

 

http://doi.org/10.59659/revistatribunal.v4i8.47

 

Artículo recibido 09 de marzo de 2024 / Arbitrado 01 de abril de 2024 / Aceptado 16 de mayo 2024 / Publicado 01 de julio de 2024

 

Resumen

El desarrollo emocional de los estudiantes es un aspecto crucial en su proceso educativo que impacta directamente su rendimiento académico. Este estudio tuvo como objetivo determinar la relación entre el desarrollo emocional y el logro académico en estudiantes universitarios. Se utilizó un método hipotético-deductivo con un diseño no experimental correlacional. Participaron 100 estudiantes, a quienes se les aplicó un cuestionario con una confiabilidad de 0.853 y se registraron sus notas para evaluar el logro académico. Los resultados, basados en la correlación de Spearman de 0.788 con una significancia de 0.000 (menor a 0.05), indican que existe una relación directa entre el desarrollo emocional y el logro académico. Esto sugiere que los esfuerzos para mejorar el desarrollo emocional de los estudiantes podrían ser beneficiosos para su desempeño académico.

Palabras clave: Desarrollo emocional; logro académico; estudiantes universitarios

 

Abstract

The emotional development of students is a crucial aspect in their educational process that directly impacts their academic achievement. This study aimed to determine the relationship between emotional development and academic achievement in college students. A hypothetico-deductive method was used with a non-experimental correlational design. One hundred students participated, who were administered a questionnaire with a reliability of 0.853 and their grades were recorded to evaluate academic achievement. The results, based on Spearman's correlation of 0.788 with a significance of 0.000 (less than 0.05), indicate that there is a direct relationship between emotional development and academic achievement. This suggests that efforts to improve students' emotional development could be beneficial to their academic performance.

Keywords: Emotional development; academic achievement; university students.

 

Resumo

O desenvolvimento emocional dos alunos é um aspecto crucial em seu processo educacional que afeta diretamente seu desempenho acadêmico. Este estudo teve como objetivo determinar a relação entre o desenvolvimento emocional e o desempenho acadêmico em estudantes universitários. Foi usado um método hipotético-dedutivo com um projeto correlacional não experimental. Um questionário com confiabilidade de 0,853 foi aplicado a 100 alunos e suas notas foram registradas para avaliar o desempenho acadêmico. Os resultados, baseados na correlação de Spearman de 0,788 com uma significância de 0,000 (menos de 0,05), indicam que há uma relação direta entre o desenvolvimento emocional e o desempenho acadêmico. Isso sugere que os esforços para melhorar o desenvolvimento emocional dos alunos podem ser benéficos para seu desempenho acadêmico.,22% da população estudada está imersa em um nível normal de habilidades sociais.

Palavras-chave: Desenvolvimento emocional; desempenho acadêmico; estudantes universitários.

 

INTRODUCCIÓN

El desarrollo emocional de los estudiantes es un aspecto crucial en su proceso educativo que impacta directamente en su rendimiento académico. En los últimos años, diversas investigaciones han demostrado una relación significativa entre la inteligencia emocional y el éxito académico. Según Goleman (1995) la inteligencia emocional es un conjunto de habilidades que incluyen el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad de motivarse a uno mismo, factores que son esenciales para el éxito en el ámbito escolar.

En el contexto escolar, los estudiantes que presentan un desarrollo emocional adecuado suelen mostrar mejores resultados académicos y una mayor capacidad para enfrentar los desafíos educativos. Por ejemplo, Mayer y Salovey (1997) indican que los estudiantes con altas habilidades emocionales tienen una mayor capacidad para manejar el estrés y la ansiedad, lo que les permite concentrarse mejor en sus estudios y obtener mejores calificaciones.

No obstante, en muchas instituciones educativas, el enfoque sigue estando predominantemente en el desarrollo cognitivo, dejando de lado la importancia del desarrollo emocional. Esta falta de atención a las habilidades emocionales puede resultar en dificultades académicas y personales para los estudiantes. Según un estudio realizado por Fernández-Berrocal y Extremera (2006), los programas educativos que integran el desarrollo emocional con el currículo académico han demostrado ser más efectivos en mejorar el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes.

Investigaciones han demostrado la estrecha relación entre las emociones de los estudiantes y su desempeño académico. Por ejemplo, estudios como el de Lee y Jang (2020) han encontrado que la perspectiva de Mindfulness está relacionada con la mejora de las emociones positivas de los estudiantes y la reducción de las emociones negativas, lo que influye en última instancia en sus resultados académicos. Asimismo, investigaciones como la de Sainio et al., (2019) señalan que los estudiantes con dificultades de aprendizaje enfrentan luchas frecuentes con las tareas escolares, lo que puede aumentar su vulnerabilidad a experimentar más emociones negativas y menos emociones positivas asociadas con las materias académicas.

Además, Costa y Faria (2015) han destacado la importancia de fomentar la inteligencia emocional de los estudiantes en el contexto académico como una estrategia para mejorar el éxito académico. Además, investigaciones como la de Ojewola (2022) han recomendado que los administradores escolares y las partes interesadas en educación organicen regularmente seminarios y talleres para capacitar a los docentes sobre la importancia de la inteligencia emocional para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes en las escuelas secundarias.

En tanto en Perú, estudios como el de Chunga (2024) han explorado los efectos de la pandemia de COVID-19 en la inteligencia emocional de estudiantes de educación básica, destacando la importancia de comprender cómo eventos externos pueden influir en el bienestar emocional y, por ende, en el rendimiento académico de los estudiantes. Además, Rodriguez-Barboza (2024) señala a la inteligencia emocional como un factor determinante en el rendimiento educativo de los estudiantes de nivel secundario, por lo que resalta la necesidad de considerar las habilidades emocionales en el contexto educativo para mejorar los resultados académicos.

Por otra parte, Anchundia et al., (2024) destacan que la percepción de los estudiantes respecto a la autorregulación emocional y su influencia en el aprendizaje reflejaron en su mayoría percepciones positivas sobre la autorregulación emocional y el aprendizaje, aunque algunos estudiantes señalaron desafíos que pueden abordarse mediante redes de apoyo y programas dedicados a mejorar estos factores.

También, Gilar-Corbi et al., (2018) presentaron los resultados de un proyecto cuyo objetivo era una educación integral que no se limita a la enseñanza de habilidades técnicas, sino que incluye competencias como trabajar en equipo, habilidades de comunicación efectiva, gestión de proyectos y del tiempo, y la habilidad de coordinar emociones. La inteligencia emocional (IE) se ha relacionado frecuentemente con mejoras en el rendimiento profesional. Las competencias vinculadas con la IE han sido incorporadas en los currículos de las facultades. En este estudio, se implementó un curso de capacitación sobre inteligencia emocional con estudiantes, y se demostró la efectividad del programa en mejorar significativamente todas las destrezas emocionales analizadas.

Además, Broc Cavero (2019) utilizó el Inventario de Cociente Emocional EQ-i de Bar-On en una muestra de alumnos. Se halló que los datos eran similares a los del estudio original, mostrando que los varones superan a las mujeres en los factores de estado de ánimo y adaptabilidad, mientras que las mujeres superan a los varones en los factores interpersonales y en rendimiento académico. Los análisis de regresión indicaron que únicamente los factores de habilidades interpersonales y manejo del estrés se incluyeron en la ecuación de predicción, presentando correlaciones positivas, aunque bajas, las cuales explicaron una varianza mínima. Además, casi no se encontraron diferencias en los factores a lo largo de los cuatro cursos, estableciéndose una conceptualización alineada a la teoría de los rasgos o una interpretación más flexible sobre el desarrollo emocional.

El estudio de Arntz Vera y Trunce Morales (2019) realizaron una investigación transversal aplicando el test TMMS-24 a una muestra de estudiantes de la carrera de Nutrición de una universidad pública en Chile. El objetivo fue determinar el vínculo entre los elementos de la inteligencia emocional, el rendimiento académico y el avance curricular. Los datos fueron analizados utilizando estadística descriptiva y pruebas de ANOVA para evaluar la asociación entre los niveles de inteligencia emocional y el rendimiento académico. Tampoco se encontró asociación entre los niveles de inteligencia emocional y el avance curricular.

En la escuela objeto de estudio, se observa una problemática significativa relacionada con el desarrollo emocional de los estudiantes y su impacto en el logro académico. Muchos alumnos presentan dificultades emocionales, como ansiedad, estrés y falta de motivación, que no solo afectan su bienestar, sino que también interfieren con su rendimiento académico. La institución educativa carece de programas y recursos adecuados para abordar estos desafíos emocionales, lo que resulta en un ambiente donde las necesidades emocionales de los estudiantes no son atendidas de manera efectiva. Esta situación genera un ciclo negativo donde el bajo desarrollo emocional contribuye a un bajo desempeño académico, creando un obstáculo para el aprendizaje y el éxito escolar. Es crucial identificar y aplicar estrategias que integren el desarrollo emocional con el logro académico para mejorar la calidad educativa y el bienestar integral de los estudiantes en esta escuela.

 

MÉTODO

Se llevó a cabo un estudio de diseño correlacional de corte transversal utilizando un enfoque cuantitativo. La población objetivo consistió en 135 estudiantes de una universidad pública en Lima, Perú. Se seleccionó una muestra de 100 estudiantes mediante un muestreo probabilístico aleatorio simple.

Para medir el desarrollo emocional, se utilizó una escala de Likert de 20 ítems desarrollada por Inga Purizaca (2022). Esta escala consta de cuatro dimensiones: emociones, estado de ánimo, tono afectivo y sentimientos. Los participantes evaluaron cada ítem en una escala de tres opciones de respuesta: siempre (3), algunas veces (2) y nunca (1).

Para medir el logro académico, se utilizó el registro de notas del semestre de los participantes. La recolección de datos se realizó a través de Google Forms, una plataforma de encuestas en línea. Posteriormente, los datos recopilados se analizaron utilizando el software SPSS versión 32, que permite realizar análisis estadísticos.

Con esta metodología, se buscó establecer relaciones y asociaciones entre el desarrollo emocional y el logro académico de los estudiantes participantes.

 

RESULTADOS

En la Tabla 1 se observa que la correlación de Spearman presenta un coeficiente de 0.788, lo cual se considera una correlación alta. La significancia de 0.000 es menor a 0.05, lo que permite rechazar la hipótesis nula y aceptar la hipótesis alterna. Esto indica que existe una relación directa y significativa entre el desarrollo emocional y el logro académico en los estudiantes universitarios. El coeficiente de correlación de 0.788 sugiere que a medida que aumenta el desarrollo emocional de los estudiantes, también mejora su rendimiento académico. Este hallazgo es consistente con investigaciones previas que han demostrado la importancia de la inteligencia emocional en el contexto educativo.

 

Tabla 1. Correlación de Spearman entre el desarrollo emocional y el logro académico.

Desarrollo emocional

Logro académico

Desarrollo emocional

Coeficiente de correlación

1.000

0.788**

Sig. (bilateral)

.

0.000

N

100

100

Logro académico

Coeficiente de correlación

0.788**

1.000

Sig. (bilateral)

0.000

.

N

100

100

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

Los resultados obtenidos en este estudio son coherentes con la literatura existente sobre el impacto del desarrollo emocional en el rendimiento académico. Por ejemplo, Goleman (1995); y Mayer y Salovey (1997) destacaron que las habilidades emocionales, como el autocontrol y la gestión del estrés, son cruciales para el éxito académico. La alta correlación encontrada en este estudio refuerza la idea de que el desarrollo emocional no solo es relevante, sino que es un componente integral del rendimiento académico.

Además, estudios recientes como los de Lee y Jang (2020) y Sainio et al., (2019) han señalado que las prácticas de Mindfulness y la capacidad de manejar el estrés y la ansiedad tienen un impacto positivo en el rendimiento académico. Los hallazgos de este estudio sugieren que implementar programas que fomenten el desarrollo emocional podría ser una estrategia efectiva para mejorar los resultados académicos de los estudiantes universitarios.

En el contexto educativo actual, es fundamental que las instituciones académicas reconozcan la importancia del desarrollo emocional y trabajen para integrarlo en el currículo y en la vida diaria de los estudiantes. Programas de capacitación para docentes, talleres y seminarios sobre inteligencia emocional, y la creación de redes de apoyo para los estudiantes son algunas de las medidas que podrían adoptarse para promover el bienestar emocional y, por ende, el éxito académico.

Hipótesis específica 1

En la Tabla 2 se observa que la correlación de Spearman presenta un coeficiente de 0.758, lo cual se considera una correlación alta. La significancia de 0.000 es menor a 0.05, lo que permite rechazar la hipótesis nula y aceptar la hipótesis alterna. Esto indica que existe una relación directa y significativa entre el desarrollo emocional en su dimensión emociones y el logro académico en los estudiantes universitarios.

El coeficiente de correlación de 0.758 sugiere que a medida que los estudiantes desarrollan mejor sus habilidades emocionales, su rendimiento académico también mejora. Este hallazgo está en línea con investigaciones que han destacado la importancia de la gestión emocional para el éxito académico.

 

Tabla 2. Correlación de Spearman entre el desarrollo emocional en su dimensión emociones y el logro académico.

Emociones

Logro académico

Emociones

Coeficiente de correlación

1.000

0.758**

Sig. (bilateral)

.

0.000

N

100

100

Logro académico

Coeficiente de correlación

0.758**

1.000

Sig. (bilateral)

0.000

.

N

100

100

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

Los resultados de esta hipótesis específica confirman la importancia de la dimensión emocional del desarrollo emocional en el rendimiento académico. Las emociones juegan un papel crucial en cómo los estudiantes abordan sus estudios, manejan el estrés y se motivan a sí mismos. La alta correlación encontrada refuerza la noción de que las habilidades emocionales son fundamentales para el éxito académico.

Estudio previo, como el de Mayer y Salovey (1997) ha señalado que los estudiantes con altas habilidades emocionales tienen una mejor capacidad para manejar el estrés y la ansiedad, lo que les permite concentrarse mejor en sus estudios. La evidencia de este estudio sugiere que las instituciones educativas deberían prestar más atención al desarrollo emocional de los estudiantes, especialmente en la dimensión de las emociones.

Además, programas que integren el manejo de emociones, como prácticas de Mindfulness y talleres de inteligencia emocional, podrían ser estrategias efectivas para mejorar tanto el bienestar emocional como el rendimiento académico de los estudiantes. Las instituciones educativas deben considerar la implementación de estos programas para apoyar el desarrollo integral de sus estudiantes.

Hipótesis específica 2

En la Tabla 3 se observa que la correlación de Spearman presenta un coeficiente de 0.752, lo cual se considera una correlación alta. La significancia de 0.000 es menor a 0.05, lo que permite rechazar la hipótesis nula y aceptar la hipótesis alterna. Esto indica que existe una relación directa y significativa entre el desarrollo emocional en su dimensión estado de ánimo y el logro académico en los estudiantes universitarios.

El coeficiente de correlación de 0.752 sugiere que a medida que los estudiantes mejoran su estado de ánimo, su rendimiento académico también tiende a mejorar. Este hallazgo coincide con investigaciones previas que han destacado la importancia de mantener un buen estado de ánimo para el éxito académico.

 

Tabla 3. Correlación de Spearman entre el desarrollo emocional en su dimensión estado de ánimo y el logro académico

Estado de ánimo

Logro académico

Estado de ánimo

Coeficiente de correlación

1.000

0.752**

Sig. (bilateral)

.

0.000

N

100

100

Logro académico

Coeficiente de correlación

0.752**

1.000

Sig. (bilateral)

0.000

.

N

100

100

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

Los resultados de esta hipótesis específica confirman la relevancia del estado de ánimo en el desarrollo emocional y su impacto en el rendimiento académico. Un buen estado de ánimo puede mejorar la capacidad de los estudiantes para concentrarse, motivarse y enfrentar los desafíos académicos de manera efectiva.

Estudios anteriores, como el de Broc Cavero (2019) ha demostrado que los factores emocionales, incluyendo el estado de ánimo, son críticos para el rendimiento académico. La alta correlación encontrada en este estudio sugiere que las instituciones educativas deberían considerar la implementación de programas que promuevan un estado de ánimo positivo entre los estudiantes, como actividades de bienestar, apoyo psicológico y ambientes de aprendizaje positivo.

El bienestar emocional de los estudiantes, reflejado en un buen estado de ánimo, no solo contribuye a su rendimiento académico sino también a su bienestar general. La evidencia sugiere que programas y estrategias que fomenten un estado de ánimo positivo pueden ser beneficiosos tanto para el desempeño académico como para el bienestar integral de los estudiantes.

Hipótesis específica 3

En la Tabla 4 se observa que la correlación de Spearman presenta un coeficiente de 0.630, lo cual se considera una correlación moderada. La significancia de 0.000 es menor a 0.05, lo que permite rechazar la hipótesis nula y aceptar la hipótesis alterna. Esto indica que existe una relación directa y significativa entre el desarrollo emocional en su dimensión tono afectivo y el logro académico en los estudiantes universitarios.

El coeficiente de correlación de 0.630 sugiere que un tono afectivo positivo está asociado con un mejor rendimiento académico. Este hallazgo es consistente con investigaciones previas que han resaltado la importancia de las emociones positivas y el tono afectivo en el contexto académico.

 

Tabla 4. Correlación de Spearman entre el desarrollo emocional en su dimensión tono afectivo y el logro académico.

Tono afectivo

Logro académico

Tono afectivo

Coeficiente de correlación

1.000

0.630**

Sig. (bilateral)

.

0.000

N

100

100

Logro académico

Coeficiente de correlación

0.630**

1.000

Sig. (bilateral)

0.000

.

N

100

100

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

Los resultados de esta hipótesis específica confirman la importancia del tono afectivo en el desarrollo emocional y su impacto en el rendimiento académico. Un tono afectivo positivo puede influir en cómo los estudiantes perciben y responden a sus tareas académicas, aumentando su motivación y capacidad de concentración.

Estudios anteriores, como los de Gilar-Corbi et al., (2018) han demostrado que las competencias emocionales, incluyendo el tono afectivo, son críticas para el rendimiento académico. La correlación moderada encontrada en este estudio sugiere que las instituciones educativas deben prestar atención al fomento de un tono afectivo positivo entre los estudiantes. Implementar programas y actividades que promuevan un ambiente emocionalmente positivo puede ser beneficioso para el bienestar emocional y el rendimiento académico de los estudiantes. Estrategias como la inclusión de actividades recreativas, el apoyo emocional y la creación de un entorno de aprendizaje positivo pueden contribuir a mejorar el tono afectivo de los estudiantes.

Hipótesis específica 4

En la Tabla 5 se observa que la correlación de Spearman presenta un coeficiente de 0.746, lo cual se considera una correlación moderada. La significancia de 0.000 es menor a 0.05, lo que permite rechazar la hipótesis nula y aceptar la hipótesis alterna. Esto indica que existe una relación directa y significativa entre el desarrollo emocional en su dimensión sentimientos y el logro académico en los estudiantes universitarios.

El coeficiente de correlación de 0.746 sugiere que la manera en que los estudiantes gestionan y comprenden sus sentimientos está estrechamente relacionada con su rendimiento académico. Este hallazgo es consistente con investigaciones previas que han destacado la importancia de la gestión de sentimientos para el éxito académico.

 

Tabla 5. Correlación de Spearman entre el desarrollo emocional en su dimensión sentimientos y el logro académico

Sentimientos

Logro académico

Sentimientos

Coeficiente de correlación

1.000

0.746**

Sig. (bilateral)

.

0.000

N

100

100

Logro académico

Coeficiente de correlación

0.746**

1.000

Sig. (bilateral)

0.000

.

N

100

100

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

Los resultados de esta hipótesis específica confirman la relevancia de la dimensión de sentimientos en el desarrollo emocional y su impacto en el rendimiento académico. La capacidad de los estudiantes para gestionar y comprender sus sentimientos puede influir significativamente en su motivación, concentración y capacidad para enfrentar los desafíos académicos.

Estudios anteriores, como los de Fernández-Berrocal y Extremera (2006) han demostrado que la integración de programas educativos que aborden la gestión de sentimientos puede mejorar el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes. La correlación moderada encontrada en este estudio sugiere que las instituciones educativas deben considerar la implementación de programas que ayuden a los estudiantes a desarrollar una comprensión y gestión saludables de sus sentimientos.

Programas y estrategias que fomenten la conciencia y regulación de los sentimientos pueden ser beneficiosos tanto para el bienestar emocional como para el rendimiento académico de los estudiantes. Actividades como talleres de inteligencia emocional, sesiones de apoyo emocional y un entorno de aprendizaje que promueva la expresión saludable de sentimientos pueden contribuir a este objetivo.

 

DISCUSIÓN

Los hallazgos de este estudio confirmaron la existencia de una relación directa entre el desarrollo emocional y el logro académico en estudiantes universitarios. Estos resultados fueron consistentes con investigaciones previas, como la de Anchundia et al., (2024), que también encontró percepciones positivas sobre la autorregulación emocional y su impacto en el aprendizaje. Este fenómeno pudo entenderse a través de la teoría de Goleman (2012), que destacó la importancia de habilidades como la autoconciencia, la autorregulación y la empatía en el éxito académico y en la vida en general. Este estudio respaldó la idea de que el desarrollo emocional, como parte integral de la inteligencia emocional, jugó un papel crucial en cómo los estudiantes alcanzaron sus metas académicas.

Los resultados también coincidieron con estudios como el de Gilar-Corbi et al., (2018) que relacionaron fenómenos similares. Esto pudo explicarse mediante la teoría del Aprendizaje Social y Cognitivo de Bandura (1973), que subrayó cómo las emociones afectaron procesos clave como la atención, la retención y la motivación, facilitando así el aprendizaje efectivo. La regulación emocional y el desarrollo emocional pudieron mejorar significativamente estos aspectos del aprendizaje cognitivo, como demostró este estudio.

Además, los resultados fueron congruentes con las observaciones de Morales Sánchez et al., (2018), quienes abogaron por la implementación de programas que fortalecieran las habilidades emocionales entre los estudiantes. Esto pudo interpretarse a la luz de la Teoría de la Autodeterminación de Deci y Ryan (1985), que enfatizaron la satisfacción de necesidades psicológicas básicas como la autonomía, la competencia y las relaciones interpersonales para el funcionamiento óptimo y la motivación intrínseca. El desarrollo emocional pudo promover una mayor competencia y relaciones más sólidas, factores que incidieron directamente en el logro académico.

Los resultados también encontraron respaldo en el Modelo "Broaden-and-Build" de Fredrickson y Losada (2005), que postularon que las emociones positivas ampliaron los repertorios cognitivos y conductuales de los individuos, facilitando la construcción de recursos psicológicos duraderos. Un desarrollo emocional mejorado, que incluyó la experiencia de emociones positivas, pudo expandir el espectro de recursos cognitivos disponibles para el aprendizaje, como sugirió este estudio.

Finalmente, los resultados fueron consistentes con investigaciones como la de Pérez y Chávez (2024), quienes enfatizaron la influencia del componente emocional en el rendimiento académico. Esto pudo entenderse a través de la Teoría del Desarrollo de la Personalidad y la Identidad de Erikson (1968), que destacó la importancia de superar crisis de desarrollo para alcanzar una identidad saludable, que incluyó la habilidad para manejar efectivamente emociones y desafíos académicos. Este estudio apoyó la premisa de que el desarrollo emocional fue fundamental para navegar con éxito por estas etapas, impactando positivamente en el logro académico.

 

CONCLUSIONES

Este estudio ha demostrado de manera significativa que existe una relación directa entre el desarrollo emocional y el logro académico en estudiantes universitarios, como lo indica la correlación de Spearman de 0.788 con una significancia de 0.000, inferior al 0.05. Este hallazgo subraya la importancia de considerar el bienestar emocional como un factor crucial para el éxito académico.

Para mejorar el desempeño académico, se recomienda implementar programas estructurados que promuevan el desarrollo emocional de los estudiantes. Estos programas podrían incluir talleres dedicados a la inteligencia emocional, Mindfulness y habilidades sociales, integrados tanto en el currículo escolar como en actividades extracurriculares. Además, es fundamental capacitar a los docentes en técnicas de inteligencia emocional para que puedan brindar un apoyo efectivo a las necesidades emocionales de los estudiantes, creando así un ambiente educativo más positivo y comprensivo.

Es esencial establecer sistemas de evaluación y seguimiento para medir la efectividad de estos programas en la mejora del rendimiento académico. Esto podría involucrar encuestas regulares, evaluaciones de desempeño y otros métodos de retroalimentación para ajustar y optimizar continuamente las iniciativas de desarrollo emocional.

Además, se sugiere involucrar activamente a los padres en el proceso educativo, proporcionándoles talleres y recursos que les permitan apoyar el desarrollo emocional de sus hijos en el hogar. Esta colaboración puede fortalecer los resultados positivos observados en el ámbito escolar.

Finalmente, se alienta a las autoridades educativas a implementar políticas que integren el desarrollo emocional como un componente fundamental del sistema educativo. Esto podría incluir asignaciones presupuestarias específicas para programas de desarrollo emocional y la inclusión de indicadores de bienestar emocional en los estándares de evaluación educativa. Estas acciones están diseñadas para garantizar que los estudiantes no solo alcancen metas académicas, sino que también se desarrollen como individuos emocionalmente inteligentes y resiliente, preparados para enfrentar los desafíos de la vida con confianza y éxito.

 

REFERENCIAS

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