ISSN: 2959-6513 - ISSN-L:
2959-6513
Volumen 4. No. 9 / Octubre 2024 - Número especial
Páginas 32 – 50
Temperamento,
estilos de aprendizaje y competencias genéricas en la evaluación de estudiantes
de Ciencias de la Salud
Temperament, learning styles, and generic
competencies in the evaluation of Health Sciences students
Temperamento,
estilos de aprendizagem e competências
genéricas na avaliação de estudantes de Ciências da Saúde
rcalla@upeu.edu.pe
https://orcid.org/0009-0004-6775-1375
Universidad
Peruana Unión
Lima - Perú
Artículo recibido 23 de julio de 2024 / Arbitrado 10 de agosto de
2024 / Aceptado 30 de septiembre
2024 / Publicado 25 de octubre de
2024
Resumen
La relación entre temperamento y estilos de
aprendizaje personalizan el proceso educativo adaptando las estrategias de
enseñanza a las necesidades de los estudiantes. La investigación tiene el
objetivo de determinar esta relación en una muestra de 351 estudiantes de
Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana Unión. Utilizando un diseño
observacional, cuantitativo y transversal, se identifica el temperamento
sanguíneo como dominante entre los participantes. Además, se observa que el
estilo de aprendizaje más común es el asimilador, seguido del divergente. Se
consideran dimensiones como la relación entre el temperamento y los estilos de
aprendizaje, y la conexión entre estos y las competencias genéricas, destacando
las competencias instrumentales. Los resultados indican que la educación integral
tiene en cuenta la individualidad de cada estudiante, enfatizando la
importancia de reconocer y valorar las diferencias individuales en el contexto
de la evaluación del aprendizaje, lo que permite personalizar las estrategias
de enseñanza.
Palabras clave: Estilos de aprendizaje; competencias genéricas; estrategias de enseñanza; temperamento.
Abstract
The relationship between temperament and
learning styles personalizes the educational process by adapting teaching
strategies to the needs of students. The research aims to determine this
relationship in a sample of 351 Health Sciences students from the Peruvian
Union University. Using an observational, quantitative, and cross-sectional
design, the sanguine temperament is identified as dominant among the
participants. Furthermore, it is observed that the most common learning style
is the assimilator, followed by the diverger.
Dimensions such as the relationship between temperament and learning styles,
and the connection between these and generic competencies are considered,
highlighting instrumental competencies. The results indicate that comprehensive
education takes into account the individuality of each student, emphasizing the
importance of recognizing and valuing individual differences in the context of
learning assessment, which allows for the personalization of teaching
strategies.
Keywords: learning styles; generic competencies; teaching
strategies; temperament.
Resumo
A relação entre temperamento e estilos de aprendizagem
personaliza o processo educacional, adaptando as estratégias de ensino às
necessidades dos estudantes. A pesquisa tem como objetivo determinar essa
relação em uma amostra de 351 estudantes de Ciências da Saúde da Universida de
Peruana União. Utilizando um design observacional, quantitativo e transversal,
identifica-se o temperamento sanguíneo como dominante entre os participantes.
Além disso, observa-se que o estilo de aprendizagem mais comum é o assimilador,
seguido do divergente. Consideram-se dimensões como a relação entre o
temperamento e os estilos de aprendizagem, e a conexão entre estes e as
competências genéricas, destacando as competências instrumentais. Os resultados
indicam que a educação integral considera a individualidade de cada estudante,
enfatizando a importância de reconhecer e valorizar as diferenças individuais
no contexto da avaliação da aprendizagem, o que permite a personalização das
estratégias de ensino.
Palavras-chave: estilos de aprendizagem; competências
genéricas; estratégias de ensino; temperamento.
INTRODUCCIÓN
La ONU establece en su Declaración Universal de Derechos Humanos el
derecho fundamental de todas las personas a la educación y al desarrollo pleno
de su personalidad, lo que es esencial para la labor de la UNESCO. Este derecho
abarca diversas etapas educativas, incluyendo la formación técnica y el
aprendizaje para adultos. En este contexto, el Informe de la Comisión
Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI enfatiza la relevancia de
una educación que dure toda la vida, enfocándose en la flexibilidad y la
accesibilidad, y fomentando un aprendizaje continuo que incluya el
conocimiento, el juicio y la acción individual (Delors,
1997).
En este contexto, la educación superior busca satisfacer la demanda de
profesionales capacitados. El enfoque basado en competencias, promovido en
diversos informes de la UNESCO, se centra en el desarrollo de habilidades clave
que permiten a los alumnos aprender a conocer, hacer, ser y convivir (Chavero,
2020). No obstante, en la Universidad Peruana Unión se presenta un desafío
relacionado con la variedad de estilos de aprendizaje y temperamentos de los
estudiantes, aspectos que a menudo no se consideran en los métodos de enseñanza
y evaluación. Esta falta de atención impide el avance en el desarrollo de
competencias genéricas, las cuales, según el autor de este estudio, son
cruciales para la formación integral y completa de los estudiantes en el ámbito
de las Ciencias de la Salud.
Además, la literatura especializada consultada
proporciona varias clasificaciones de competencias, entre las que se destacan
las competencias clave de la Comisión de las Comunidades Europeas (2006), así
como las categorías de González y Wagenaar (2003) y
las competencias de Bunk (1994). Este enfoque tiene
un impacto importante para la capacitación de aquellos que tienen una relación
directa con el público en su desempeño laboral, ya que las competencias
genéricas como la motivación, el trabajo en equipo y la tolerancia a la frustración
son necesarias para un desempeño profesional eficaz.
Por otra parte, la educación superior contribuye al desarrollo social y
personal de los estudiantes a través de una evaluación que resalta el
conocimiento, las habilidades y actitudes, así como el contexto humano del
estudiante (Boud, 2020; Cejas y otros, 2019). Esto se
considera un enfoque integral de la evaluación el cual considera que las
diferencias individuales y los estilos de aprendizaje son fundamentales para
comprender cómo los estudiantes asimilan y procesan la información (Macías y
otros, 2021; Rodríguez, 2020).
En tal sentido, se adopta la teoría de los estilos de aprendizaje de Kolb (1999), quien indica que cada individuo presenta
distintas preferencias en su proceso de aprendizaje, clasificándolas en cuatro
tipos: convergente, divergente, asimilador y acomodador. Estos estilos están
estrechamente relacionados con el temperamento, que abarca características
emocionales y conductuales influenciadas tanto por factores hereditarios como constitucionales
(Suárez, 2010). El investigador de este estudio utiliza la tipología de los
cuatro temperamentos propuesta por Eysenck (1994):
sanguíneo, flemático, colérico y melancólico, también examinada por Maccarcco (2023).
Así, la investigación se organiza en una pregunta central junto con tres
preguntas específicas. La primera indaga sobre la relación entre el
temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas en la
evaluación de los aprendizajes en estudiantes de Ciencias de la Salud. Las
otras tres preguntas abordan cuál temperamento es más predominante entre los
estudiantes, qué estilos de aprendizaje son los más
comunes y qué competencias genéricas prefieren. También se analizan las
conexiones entre estas variables y su importancia en el proceso de evaluación.
Por lo tanto, el objetivo principal de este estudio es determinar cómo se
relacionan el temperamento y los estilos de aprendizaje con las competencias
genéricas en el contexto educativo, contribuyendo así a la implementación de
una enseñanza personalizada y efectiva que se ajuste a las necesidades y
características de los estudiantes de la Universidad Peruana Unión.
MÉTODO
El presente estudio se desarrolló teniendo en cuenta un enfoque
cuantitativo a través de un diseño observacional, no experimental y
transversal. El objetivo principal declarado fue determinar la relación entre
el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas en la
evaluación de estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana
Unión. Esta población fue elegida por su relevancia, dado que los estudiantes
se encontraban en una fase crítica de su formación profesional. Durante esta
etapa, el desarrollo de competencias específicas y la comprensión de los
estilos de aprendizaje se vuelven básicas, debido a
que impactan directamente en su desempeño clínico y en su futura práctica
profesional, en el cual la interacción efectiva con pacientes y la capacidad de
aprender de diversas experiencias son fundamentales.
Para la recopilación de datos, se empleó la técnica de muestreo
intencional, seleccionando una muestra específica de 351 estudiantes de un
total de 405, basándose en la información proporcionada por la Secretaría
General. Los criterios para la selección incluyeron a los estudiantes
matriculados en el año académico 2017, aquellos que eran estudiantes regulares
de los ciclos IV y VI, quienes habían completado al menos dos periodos
académicos, es decir, entre 2015-1 y 2017-2 o 2016-1 y 2017-2; y aquellos que
formaban parte de las Escuelas Profesionales de Enfermería, Nutrición Humana,
Psicología y Medicina Humana, específicamente en segundo y tercer año de la
Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana Unión.
En el proceso de recopilación de datos, se emplearon dos inventarios
estandarizados y un cuestionario. Uno de ellos fue el Inventario de
Personalidad de Eysenck, el cual evaluó el
temperamento a través de cuatro dimensiones: el sanguíneo, relacionado con la
extroversión y sociabilidad; el colérico, que midió la dominancia y
agresividad; el melancólico, enfocado en la introversión y sensibilidad; y el
flemático, que valoró la estabilidad emocional y calma.
Además, se utilizó el Inventario de Estilos de Aprendizaje de Kolb, el cual investiga los estilos de aprendizaje
basándose en cuatro dimensiones: convergente (aplicación de ideas y resolución
de problemas), divergente (observación desde múltiples perspectivas),
acomodador (adaptabilidad y experimentación práctica) y asimilador (teorización
y reflexión). Asimismo, se implementó el Cuestionario de Competencias
Genéricas, adaptado del Proyecto Alfa Tuning para
América Latina, que contempla dimensiones como la comunicación efectiva, el
trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la adaptabilidad
junto con el aprendizaje continuo.
La confiabilidad de los instrumentos utilizados fue evaluada mediante el
coeficiente Alpha de Cronbach,
cuyos valores fluctuaron entre 0.756 y 1.083, lo que indica una elevada
confiabilidad de las herramientas aplicadas. El tratamiento y análisis de los
datos se llevó a cabo utilizando el software Statistical
Package for the Social Sciences (SPSS),
versión 24 para Windows. Para el análisis comparativo y relacional de las
variables nominales, se aplicaron la Prueba de Kruskal-Wallis,
la Prueba U de Mann-Whitney y el Chi cuadrado de
Pearson, complementados con un análisis de correspondencias simples que
permitió estudiar las asociaciones y dependencias entre las categorías de datos
nominales a través de la medida de asociación del Chi cuadrado.
La metodología actual se propuso ofrecer una comprensión integral sobre
la relación entre el temperamento, los estilos de aprendizaje y las
competencias genéricas. El objetivo fue contribuir a la mejora de los procesos
de evaluación y enseñanza en el campo de las Ciencias de la Salud, preparando
así a los estudiantes para enfrentar con efectividad los desafíos de su futura
práctica profesional.
RESULTADOS
Después de examinar el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias
genéricas de los estudiantes de Ciencias de la Salud, se llevó a cabo un
análisis de las relaciones entre estas variables mediante el uso de pruebas
estadísticas adecuadas. Los resultados obtenidos revelaron patrones y
asociaciones significativas que ayudan a entender mejor cómo el temperamento y
los estilos de aprendizaje de los futuros profesionales de la salud están
conectados con el desarrollo de competencias genéricas esenciales para su
rendimiento.
Tendencias
en los tipos de temperamento
Al evaluar los resultados relacionados con el temperamento, se observa
que el 37.3% de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud presenta
un temperamento sanguíneo como el más predominante; le sigue el flemático con
un 25.9%, luego el melancólico con un 23.1%, y finalmente, el temperamento
colérico con una representación del 13.7% (Tabla 1).
Tabla
1. Tendencia de los tipos de temperamento según
sexo.
Tipos de temperamento |
Femenino |
Masculino |
|
Total |
||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|
Melancólico |
63 |
25.1% |
18 |
18.0% |
81 |
23.1% |
Colérico |
30 |
12.0% |
18 |
18.0% |
48 |
13.7% |
Sanguíneo |
96 |
38.2% |
35 |
35.0% |
131 |
37.3% |
Flemático |
62 |
24.7% |
29 |
29.0% |
91 |
25.9% |
Total |
251 |
100.0% |
100 |
100.0% |
351 |
100.0% |
|
|
|
|
|
|
|
Al examinar la tendencia del temperamento según
el sexo, se observa que el 38.2% de las mujeres y el 35% de los hombres tienen
un temperamento sanguíneo como su tipo predominante. Además, se destaca que el 29.0%
de los hombres presentan un temperamento flemático, mientras que el 25.1% de
las mujeres exhiben un temperamento melancólico. Por otro lado, el 24.7% de las
mujeres muestran un temperamento flemático; el 18.0% de los hombres tienen un
temperamento melancólico y otro 18.0% se clasifica como colérico. Este último
temperamento es menos común entre las mujeres, con una representación del
12.0%.
Prevalencia de los estilos de aprendizaje
La caracterización de los estudiantes en
relación con los cuatro estilos de aprendizaje revela que el 49.3% prefieren el
estilo asimilador, seguido por el estilo divergente con un 24.2%, y luego los
estilos acomodador y convergente, que representan el 13.7% y el 12.8%,
respectivamente (Tabla 2).
Tabla
2. Prevalencia de los estilos de aprendizaje según
sexo.
Tipos de temperamento |
Femenino |
Masculino |
Total |
|||
n |
% |
n |
% |
n |
% |
|
Acomodador |
35 |
13.9% |
13 |
13.0% |
48 |
13.7% |
Divergente |
62 |
24.7% |
23 |
23.0% |
85 |
24.2% |
Asimilador |
124 |
49.4% |
49 |
49.0% |
173 |
49.3% |
Convergente |
30 |
12.0% |
15 |
15.0% |
45 |
12.8% |
Total |
251 |
100.0% |
100 |
100.0% |
351 |
100.0% |
La tabla 2 muestra que los estudiantes perciben información
a través de la conceptualización abstracta y procesan esta información mediante
la observación reflexiva. Se destacan principalmente por ser poco sociables,
sintéticos, reflexivos, pensadores teóricos, herméticos, organizadores,
diseñadores, con baja sensibilidad, escasa empatía e inclinación a la
investigación. El estudiante asimilador aprende utilizando el razonamiento
inductivo, concentrándose en conceptos e ideas abstractas. Tiene la capacidad
de desarrollar modelos teóricos, integrando diversas observaciones en una
explicación coherente.
En consonancia con el contexto de la escuela
profesional, se subraya la predominancia del estilo asimilador en Nutrición
Humana con un 59.6%; en Enfermería con un 59.3%; y en Medicina Humana con un
57.6%. Asimismo, se define casi de manera equitativa el temperamento asimilador
junto con el divergente, con porcentajes de 36.8% y 35.9%, respectivamente, en
Psicología.
La figura 1 representa los estilos de
aprendizaje basados en el modelo de Kolb, que se
apoya en cuatro dimensiones fundamentales: Experiencia Concreta (EC),
Observación Reflexiva (OR), Conceptualización Abstracta (CA) y Experimentación
Activa (EA). Cada una de estas dimensiones refleja un enfoque específico hacia
el aprendizaje y proporciona una manera de clasificar a las personas según sus
preferencias y habilidades.
En primer lugar, la EC se asocia con el
aprendizaje a través de la experiencia directa. Aquellos que se identifican con
este estilo suelen ser descritos como "experimentadores", que aprenden
mejor realizando actividades prácticas. Por otro lado, la OR implica un proceso
de reflexión sobre las vivencias pasadas, siendo los aprendices en esta
categoría calificados como "reflexivos", quienes tienden a analizar y
meditar sobre sus experiencias.
La tercera dimensión, la CA, se refiere a la
capacidad de pensar y formular teorías a partir de las experiencias. Los
individuos que se inclinan hacia este estilo son considerados
"pensadores", dado que se enfocan en la comprensión y el análisis de conceptos.
Finalmente, la EA se relaciona con la aplicación práctica de ideas y la
resolución de problemas; los aprendices en este ámbito son catalogados como
"activos", destacándose por su inclinación a poner en práctica lo que
han aprendido. La figura también muestra porcentajes que reflejan el grado de
preferencia o habilidad en cada dimensión. Valores cercanos al 100% indican una
fuerte inclinación hacia un estilo de aprendizaje, mientras que porcentajes más
bajos sugieren una menor preferencia.
Esta representación gráfica tiene implicaciones
significativas. Un gráfico con una distribución equilibrada entre las
dimensiones sugiere que el individuo adopta un enfoque integrador hacia el
aprendizaje, lo que es particularmente beneficioso en entornos colaborativos y
en el ámbito profesional, donde la adaptabilidad es esencial. Asimismo, el
análisis de la figura permite a educadores y formadores diseñar estrategias de
enseñanza más personalizadas. También se puede identificar áreas donde el
estudiante podría necesitar mayor apoyo. Un bajo porcentaje en EC podría
indicar que el estudiante se beneficiaría de más experiencias prácticas o
simulaciones.
El análisis del gráfico radial proporciona
información valiosa sobre las preferencias de aprendizaje de los estudiantes,
lo que resulta importante para mejorar las estrategias de enseñanza y el
aprendizaje en contextos tanto académicos como profesionales. Con esta
comprensión, es posible fomentar un desarrollo más integral y adaptado a las
necesidades individuales de los estudiantes.
Figura 1. Ciclos de aprendizaje. Adaptado de Inventario de Estilos
de Aprendizaje de Kolb (1999)
Preferencias de las competencias genéricas según categorías
En
la Tabla 3 se puede observar que el 24.8% de los estudiantes alcanza un nivel
alto en el desarrollo de habilidades cognitivas, metodológicas, así como en
destrezas tecnológicas y lingüísticas, que se consideran competencias instrumentales.
Además, un 47.9% muestra un nivel moderado en estas áreas. Igualmente, el 20.2%
presenta un alto nivel en habilidades y capacidades relacionadas con la
comprensión, la sensibilidad y el conocimiento, que les permiten tener una
visión integral de la realidad, lo que se conoce como competencias sistémicas;
la mayoría de los estudiantes, un 53.3%, se sitúa en un nivel moderado en estas
competencias. En cuanto a las competencias interpersonales, que abarcan
habilidades sociales y éticas para la interacción y cooperación, también se
nota una distribución similar, siendo que un 51.6% de los estudiantes tiene un
nivel moderado en esta categoría.
Tabla 3. Competencias genéricas categorizadas según sexo.
Competencias genéricas |
Femenino |
Total |
Masculino |
Total |
|||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Bajo |
Moderado |
Alto |
|
|||
Competencias
instrumentales |
n |
72 |
126 |
53 |
251 |
24 |
42 |
34 |
100 |
% |
28.7% |
50.2% |
21.1% |
100.0% |
24.0% |
42.0% |
34.0% |
100.0% |
|
Competencias
sistémicas |
n |
73 |
138 |
40 |
251 |
20 |
49 |
31 |
100 |
% |
29.1% |
55.0% |
15.9% |
100.0% |
20.0% |
49.0% |
31.0% |
100.0% |
|
Competencias
interpersonales |
n |
66 |
135 |
50 |
251 |
32 |
46 |
22 |
100 |
% |
26.3% |
53.8% |
19.9% |
100.0% |
32.0% |
46.0% |
22.0% |
100.0% |
Se observa que en ambos sexos, la mayoría se sitúa en un nivel moderado
en las tres competencias genéricas, con un 55.0% de mujeres destacando en las
competencias sistémicas, y un 49.0% de hombres en la misma categoría. En cuanto
a las competencias instrumentales, el 21.1% de las mujeres y el 34.0% de los
hombres se encuentran en un nivel alto. Por el contrario, las mujeres alcanzan
un nivel bajo en las competencias interpersonales, con un 26.3%, mientras que
los hombres muestran un 20.0% en las competencias sistémicas.
Asociación entre
temperamento y estilos de aprendizaje
Los resultados revelan una conexión entre los distintos tipos de
temperamento y los estilos de aprendizaje en la muestra analizada. Así, el 7.1%
de los estudiantes exhiben un temperamento sanguíneo y un estilo de aprendizaje
acomodador; el 10.3% tienen un temperamento sanguíneo y un estilo divergente;
el 15.4% presentan un temperamento flemático y un estilo asimilador; y el 4.8%
muestran un temperamento sanguíneo junto con un estilo convergente.
Al aplicar la prueba de Chi-cuadrado, se encuentra un valor de
X2=26.405, con nueve grados de libertad y un p<.05, junto con un recuento
mínimo esperado de 6.15. Esto sugiere que hay una dependencia entre estas
variables; es decir, el estilo de aprendizaje se relaciona directamente con el
tipo de temperamento, lo que demuestra una asociación significativa entre
ambas. Así, se puede entender que la forma en que los estudiantes reaccionan o
se comportan está estrechamente relacionada con su estilo de aprendizaje, indicando que
los rasgos de temperamento influyen en la tendencia hacia sus estilos de
aprendizaje en el contexto educativo.
Finalmente, el análisis de correspondencias resalta la relación del
temperamento flemático y melancólico con el estilo de aprendizaje asimilador,
representando un 15.4% y un 13.7%, respectivamente; además, se observa la
conexión del temperamento sanguíneo con el estilo divergente (10.3%) y del
temperamento colérico con el estilo acomodador (Figura 1).
Figura 2. Asociación de temperamento y estilos de aprendizaje
Asociación de
temperamento y las competencias genéricas
En la Tabla 4 se puede apreciar una correlación significativa entre los
distintos tipos de temperamento de los estudiantes y sus competencias genéricas
instrumentales. Específicamente, se destaca que el 20.2% del total de los
estudiantes analizados muestran un temperamento sanguíneo, lo cual se asocia
con la manifestación de competencias instrumentales en un nivel considerado
moderado.
De igual manera, se evidencia que un 9.4% de los estudiantes presentan
un temperamento melancólico, lo que se traduce en competencias instrumentales
que se encuentran en un nivel bajo. Otro punto es que el 11.4% de los
estudiantes exhiben un temperamento sanguíneo, pero en este caso sus
competencias instrumentales se encuentran en un nivel alto. Estos resultados
sugieren que hay una interrelación importante entre el tipo de temperamento y
la capacidad de los estudiantes para desarrollar habilidades instrumentales, lo
que podría tener implicaciones en su aprendizaje y rendimiento académico.
Tabla
4. Contingencia de temperamento y competencias
genéricas instrumentales, sistémicas e interpersonales.
Temperamento |
Competencias genéricas instrumentales |
|
|||||||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Total |
|
|||||||
Melancólico |
n |
33 |
35 |
13 |
81 |
|
|||||
% |
9,4% |
10,0% |
3,7% |
23,1% |
|
||||||
Colérico |
n |
13 |
23 |
12 |
48 |
|
|||||
% |
3,7% |
6,6% |
3,4% |
13,7% |
|
||||||
Sanguíneo |
n |
20 |
71 |
40 |
131 |
|
|||||
% |
5,7% |
20,2% |
11,4% |
37,3% |
|
||||||
Flemático |
n |
30 |
39 |
22 |
91 |
|
|||||
% |
8,5% |
11,1% |
6,3% |
25,9% |
|
||||||
Total |
n |
96 |
168 |
87 |
351 |
|
|||||
% |
27,4% |
47,9% |
24,8% |
100,0% |
|
||||||
Temperamento |
Competencias genéricas sistémicas |
||||||||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Total |
||||||||
Melancólico |
n |
31 |
42 |
8 |
81 |
||||||
% |
8,8% |
12,0% |
2,3% |
23,1% |
|||||||
Colérico |
n |
12 |
24 |
12 |
48 |
||||||
% |
3,4% |
6,8% |
3,4% |
13,7% |
|||||||
Sanguíneo |
n |
20 |
74 |
37 |
131 |
||||||
% |
5,7% |
21,1% |
10,5% |
37,3% |
|||||||
Flemático |
n |
30 |
47 |
14 |
91 |
||||||
% |
8,5% |
13,4% |
4,0% |
25,9% |
|||||||
Total |
n |
93 |
187 |
71 |
351 |
||||||
% |
26,5% |
53,3% |
20,2% |
100,0% |
|||||||
Temperamento |
Competencias genéricas interpersonales |
||||||||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Total |
||||||||
Melancólico |
n |
31 |
39 |
11 |
81 |
||||||
% |
8,8% |
11,1% |
3,1% |
23,1% |
|||||||
Colérico |
n |
14 |
25 |
9 |
48 |
||||||
% |
4,0% |
7,1% |
2,6% |
13,7% |
|||||||
Sanguíneo |
n |
20 |
74 |
37 |
131 |
||||||
% |
6,8% |
20,2% |
10,3% |
37,3% |
|||||||
Flemático |
n |
29 |
46 |
16 |
91 |
||||||
% |
8,3% |
13,1% |
4,6% |
25,9% |
|||||||
Total |
n |
98 |
181 |
72 |
351 |
||||||
% |
27,9% |
51,6% |
20,5% |
100,0% |
|||||||
Los diferentes tipos de
temperamento que presentan los estudiantes de las escuelas profesionales de la
Facultad de Ciencias de la Salud están vinculados a las competencias genéricas
sistémicas que manifiestan. Se observa que un 21.1% tiene un temperamento
sanguíneo y muestra competencias sistémicas en un nivel moderado. De esta
manera, un 8.8% de los estudiantes indican tener un temperamento melancólico,
lo que se traduce en competencias sistémicas en un nivel bajo. Además, un 10.5%
evidencian un temperamento sanguíneo, alcanzando competencias sistémicas a un
nivel alto.
En otro orden de cosas, también se puede
ver una fuerte conexión con las competencias genéricas interpersonales que
estos estudiantes demuestran en sus actividades diarias. Un 20.2% de la
población estudiantil presenta un temperamento sanguíneo y competencias
interpersonales en un nivel moderado, mientras que un 8.8% manifiestan un
temperamento melancólico y competencias interpersonales a un nivel bajo. En
contraste, un 37.3% de los estudiantes exhiben un temperamento sanguíneo con
competencias interpersonales en un nivel alto.
Respecto a la prueba de Chi-cuadrado y el valor de Alfa obtenidos, se
presentan los siguientes resultados: X2=19.551 y p<.003 para la relación
entre temperamento y competencias instrumentales; X2=22.426 y p<.001 para
temperamento y competencias sistémicas; y X2=13.800 y p<.032 para
temperamento y competencias interpersonales, todos estos con seis grados de
libertad y recuentos mínimos esperados de 11.90, 9.71 y 9.85, respectivamente.
Estos valores evidencian la existencia de una relación altamente significativa
entre el tipo de temperamento y las competencias genéricas que poseen los
estudiantes (ver Tabla 5).
Tabla 5. Asociación de temperamento y competencias
genéricas instrumentales, sistémicas e interpersonales.
Competencias genéricas |
X2 |
gl |
Sig. |
|
Competencias instrumentales |
Chi-cuadrado de
Pearson |
19,551a |
6 |
,003 |
Razón de
verosimilitud |
20,350 |
6 |
,002 |
|
Asociación lineal
por lineal |
4,064 |
1 |
,044 |
|
N° de casos válidos |
351 |
|
|
|
Competencias sistémicas |
Chi-cuadrado de
Pearson |
22,426b |
6 |
,001 |
Razón de
verosimilitud |
23,542 |
6 |
,001 |
|
Asociación lineal
por lineal |
2,587 |
1 |
,108 |
|
N° de casos válidos |
351 |
|
|
|
Competencias interpersonales |
Chi-cuadrado de
Pearson |
13.800c |
6 |
,032 |
Razón de
verosimilitud |
14.036 |
6 |
,029 |
|
Asociación lineal
por lineal |
2.649 |
1 |
,104 |
|
N° de casos válidos |
351 |
|
|
Los hallazgos sugieren que las competencias genéricas
dependen del tipo de temperamento de los estudiantes. Esto implica que la forma
en que los alumnos reaccionan y se comportan está íntimamente relacionada con
los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que demuestran en su
desempeño académico. Por tanto, se considera que los rasgos de temperamento
favorecen la expresión de competencias en áreas como las instrumentales,
sistémicas e interpersonales.
El análisis realizado sobre la correspondencia
entre temperamento y competencias instrumentales revela que aquellos
estudiantes que tienen un temperamento melancólico tienden a asociarse con un
nivel bajo de competencias (9.4%). Por su parte, quienes presentan un
temperamento colérico se ubican en un nivel moderado (7.1%), mientras que los
estudiantes con temperamento sanguíneo alcanzan un nivel alto (11.4%).
Esto sugiere que
características como el liderazgo, la sociabilidad, la emotividad y la
expresividad del temperamento sanguíneo, así como el optimismo, dinamismo y
vehemencia del colérico, además de la sobriedad y calma del melancólico, junto
con la confianza y equilibrio del flemático, permiten comprender cómo estos
rasgos influyen en la manifestación de competencias interpersonales. Primero,
estos atributos sirven como un común denominador y, posteriormente, se destaca
su importancia dependiendo de la naturaleza de cada escuela profesional.
Asociación entre
estilos de aprendizaje y competencias genéricas
En la Tabla 6 se puede observar que los
estudiantes muestran presencia de los cuatro estilos de aprendizaje, reflejando
sus competencias genéricas instrumentales. En particular, el estilo asimilador
se distribuye en categorías de bajo (14.0%), moderado (24.5%) y alto (10.8%) en
relación con las competencias instrumentales. De forma similar, los otros
estilos de aprendizaje presentan patrones comparables.
Tabla 6. Contingencia
de estilos de aprendizaje y competencias genéricas instrumentales, sistémicas e
interpersonales.
Estilos de
aprendizaje |
Competencias
genéricas instrumentales |
||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Total |
||
Acomodador |
n |
13 |
20 |
14 |
47 |
% |
3.7% |
5.7% |
4.0% |
13.4% |
|
Divergente |
n |
27 |
38 |
21 |
86 |
% |
7.7% |
10.8% |
6.0% |
24.5% |
|
Asimilador |
n |
49 |
86 |
38 |
173 |
% |
14.0% |
24.5% |
10.8% |
49.3% |
|
Convergente |
n |
7 |
24 |
14 |
45 |
% |
2.0% |
6.8% |
4.0% |
12.8% |
|
Total |
n |
96 |
168 |
87 |
351 |
% |
27.4% |
47.9% |
24.8% |
100.0% |
|
Estilos de
aprendizaje |
Competencias
genéricas sistémicas |
||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Total |
||
Acomodador |
n |
10 |
24 |
13 |
47 |
% |
2.8% |
6.8% |
3.7% |
13.4% |
|
Divergente |
n |
27 |
42 |
17 |
86 |
% |
7.7% |
12.0% |
4.8% |
24.5% |
|
Asimilador |
n |
48 |
95 |
30 |
173 |
% |
13.7% |
27.1% |
8.5% |
49.3% |
|
Convergente |
n |
8 |
26 |
11 |
45 |
% |
2.3% |
7.4% |
3.1% |
12.8% |
|
Total |
n |
93 |
187 |
71 |
351 |
% |
26.5% |
53.3% |
20.2% |
100.0% |
|
Estilos de
aprendizaje |
Competencias
genéricas interpersonales |
||||
Bajo |
Moderado |
Alto |
Total |
||
Acomodador |
n |
13 |
18 |
16 |
47 |
% |
3.7% |
5.1% |
4.6% |
13.4% |
|
Divergente |
n |
25 |
41 |
20 |
86 |
% |
7.1% |
11.7% |
5.7% |
24.5% |
|
Asimilador |
n |
53 |
95 |
25 |
173 |
% |
15.1% |
27.1% |
7.1% |
49.3% |
|
Convergente |
n |
7 |
27 |
11 |
45 |
% |
2.0% |
7.7% |
3.1% |
12.8% |
|
Total |
n |
98 |
181 |
72 |
351 |
% |
27.9% |
51.6% |
20.5% |
Los estudiantes de
las cuatro escuelas profesionales en la Facultad de Ciencias de la Salud presentan
una distribución similar en cuanto a los estilos de aprendizaje y las
competencias sistémicas. En el caso del estilo asimilador, se observa que el
13.7% cae en la categoría baja, el 27.1% en la moderada y el 8.5% en alta en
términos de competencias sistémicas, mostrando una distribución comparable en
los estilos divergente, acomodador y convergente junto con sus respectivas
categorías de competencias sistémicas.
Los resultados
obtenidos del Chi cuadrado y del valor de Alfa, donde X2=13.63 y p<.05,
indican una asociación significativa entre los estilos de aprendizaje y las
competencias interpersonales, lo que resalta una relevancia estadística. Esto
sugiere que el estilo de aprendizaje específico está relacionado con el
desarrollo de competencias sociales o blandas.
DISCUSIÓN
Los resultados de
esta investigación revelan que los estudiantes exhiben todos los tipos de
temperamento: sanguíneo, flemático, melancólico y colérico, siendo el sanguíneo
el predominante. Estas características son coherentes con lo descrito por Eysenck y Eysenck (1994), quienes
los catalogan como extrovertidos y estables, mostrando procesos neurodinámicos equilibrados y activos. Esta definición
coincide con la de Flores (2023), que los caracteriza como personas sociables,
abiertas, afectuosas, enérgicas y con un alto grado de sensibilidad y empatía.
En cuanto al estilo asimilador, se observa que este se presenta de
manera similar en ambos sexos, aunque las mujeres tienen una representación
numérica superior en todos los casos. Estos hallazgos son consistentes con
investigaciones de Cortés y Guillén (2018) en estudiantes de Medicina Humana,
así como de Arias y otros (2014) en Psicología, y Kolb
y Kolb (2005) en diversas carreras de salud. Se
respalda también la idea de Kolb (2014) de que los
estudiantes en estas áreas valoran más la claridad y lógica de las teorías que
su aplicación práctica, mostrando una preferencia por conceptos abstractos
frente a la interacción social.
Los valores estadísticos
que indican la asociación entre temperamento y estilos de aprendizaje son
significativos. El análisis de correspondencia muestra relaciones entre los
estilos flemático y asimilador, lo que coincide con los hallazgos de Morales y
Rojas (2016), quienes identificaron una correlación positiva entre los tipos de
personalidad y los estilos de aprendizaje, sugiriendo que la forma en que los
estudiantes abordan las actividades en clase está influenciada por su
personalidad y sus métodos cognitivos de percepción y procesamiento de
información.
Gómez y López (2012)
establecen que los estilos de aprendizaje son representaciones significativas
de los procesos cognitivos fundamentales y los rasgos de personalidad que los
individuos emplean en su entorno para interactuar, pensar y comportarse de
manera efectiva. Estos estilos determinan cómo un estudiante aborda el
aprendizaje y a su vez influyen en su capacidad para transformar la información
en conocimiento práctico. De esta manera, cada persona desarrolla una
estrategia particular que se ajusta a su forma de percibir y procesar la
información, lo que puede impactar directamente en su rendimiento académico y
su capacidad para apropiarse de nuevos conceptos.
Al mismo tiempo,
Valencia y López (2018) argumentan que las características específicas del
estilo de aprendizaje de un individuo facilitan significativamente la
adquisición de competencias genéricas, tales como el trabajo en equipo, la
comunicación efectiva y la resolución de problemas. Estas competencias son
básicas en la formación integral de los estudiantes, ya que su desarrollo está
íntimamente relacionado con la forma en que aprenden. La interacción entre el
estilo de aprendizaje y las competencias permite que los alumnos no solo se
enfoquen en memorizar información, sino también en aplicar sus conocimientos de
manera práctica en diversas situaciones. Por tanto, reconocer y entender los
estilos de aprendizaje se convierte en una tarea fundamental para educadores
que buscan optimizar el proceso educativo y potenciar las habilidades de sus
estudiantes.
Ríos y Herrera (2017) concluyen que el enfoque por competencias es una
respuesta a la necesidad de integrar conocimientos de manera integradora con
las habilidades que los individuos deben desarrollar para enfrentar el mercado
laboral. Además, Leyva y otros (2018) destacan que la evaluación es un elemento
importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo el desarrollo de
competencias. Desde esta perspectiva, la evaluación por competencias propone
una transformación en el ámbito evaluativo en todo el proceso educativo.
Gómez y López (2012)
reafirman que los estilos de aprendizaje son un reflejo de operaciones
cognitivas y rasgos de personalidad que cada individuo utiliza de manera
diferente en su entorno, integrándose en características psicológicas,
cognitivas, emocionales y fisiológicas al enfrentarse a un contexto de
aprendizaje. Sánchez (2011) también considera que la formación orientada a
competencias convierte la evaluación en una experiencia auténtica de
aprendizaje y un proceso de mejora continua en lo que los estudiantes saben,
hacen y sienten.
CONCLUSIONES
El presente trabajo
ha evidenciado la conexión significativa entre el temperamento, los estilos de
aprendizaje y las competencias genéricas en la evaluación de estudiantes de
Ciencias de la Salud. Estos resultados destacan la relevancia de tener en
cuenta las características individuales de los alumnos, lo cual permite adoptar
un enfoque más personalizado y efectivo en el proceso educativo.
El análisis de los
distintos temperamentos ilustra cómo influyen en la capacidad de los
estudiantes para asimilar y procesar la información. Reconocer los estilos de
aprendizaje predominantes posibilita a los educadores ajustar sus estrategias
didácticas, creando así un entorno de aprendizaje que sea más inclusivo y
eficaz, adaptándose a las necesidades particulares de cada estudiante. Este
enfoque centrado en el alumno favorece una comprensión más profunda de los
contenidos académicos y mejora habilidades como la comunicación y el trabajo en
equipo.
Además, el estudio ha
demostrado que competencias genéricas, como la comunicación efectiva y la
capacidad de resolver problemas, están estrechamente vinculadas tanto al
temperamento como a los estilos de aprendizaje. Al integrar estos aspectos en
el proceso educativo, se favorece la formación de profesionales más competentes
y listos para enfrentar los retos del sector salud, donde la interacción humana
y la toma de decisiones acertadas son fundamentales.
Finalmente, esta
investigación subraya la importancia de que las instituciones educativas
desarrollen programas de formación continua que amplíen el conocimiento sobre
la diversidad de temperamentos y estilos de aprendizaje. Esta práctica
enriquecerá la experiencia educativa. Al examinar la relación entre
temperamento, estilos de aprendizaje y competencias genéricas, el estudio abre
nuevas posibilidades para crear metodologías de enseñanza más eficaces y
ajustadas a la diversidad de los estudiantes, contribuyendo a fortalecer la
formación en Ciencias de la Salud.
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