ISSN: 2959-6513 - ISSN-L: 2959-6513

Volumen 4.  No. 9 / Octubre 2024 - Número especial

Páginas 32 – 50

 

 

Temperamento, estilos de aprendizaje y competencias genéricas en la evaluación de estudiantes de Ciencias de la Salud

Temperament, learning styles, and generic competencies in the evaluation of Health Sciences students

Temperamento, estilos de aprendizagem e competências genéricas na avaliação de estudantes de Ciências da Saúde

 

Rafael Calla Mercado

rcalla@upeu.edu.pe

https://orcid.org/0009-0004-6775-1375

Universidad Peruana Unión

Lima - Perú

 

Artículo recibido 23 de julio de 2024 / Arbitrado 10 de agosto de 2024 / Aceptado 30 de septiembre 2024 / Publicado 25 de octubre de 2024

 

Resumen

La relación entre temperamento y estilos de aprendizaje personalizan el proceso educativo adaptando las estrategias de enseñanza a las necesidades de los estudiantes. La investigación tiene el objetivo de determinar esta relación en una muestra de 351 estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana Unión. Utilizando un diseño observacional, cuantitativo y transversal, se identifica el temperamento sanguíneo como dominante entre los participantes. Además, se observa que el estilo de aprendizaje más común es el asimilador, seguido del divergente. Se consideran dimensiones como la relación entre el temperamento y los estilos de aprendizaje, y la conexión entre estos y las competencias genéricas, destacando las competencias instrumentales. Los resultados indican que la educación integral tiene en cuenta la individualidad de cada estudiante, enfatizando la importancia de reconocer y valorar las diferencias individuales en el contexto de la evaluación del aprendizaje, lo que permite personalizar las estrategias de enseñanza.

 

Palabras clave: Estilos de aprendizaje; competencias genéricas; estrategias de enseñanza; temperamento.

 

Abstract

The relationship between temperament and learning styles personalizes the educational process by adapting teaching strategies to the needs of students. The research aims to determine this relationship in a sample of 351 Health Sciences students from the Peruvian Union University. Using an observational, quantitative, and cross-sectional design, the sanguine temperament is identified as dominant among the participants. Furthermore, it is observed that the most common learning style is the assimilator, followed by the diverger. Dimensions such as the relationship between temperament and learning styles, and the connection between these and generic competencies are considered, highlighting instrumental competencies. The results indicate that comprehensive education takes into account the individuality of each student, emphasizing the importance of recognizing and valuing individual differences in the context of learning assessment, which allows for the personalization of teaching strategies. 

 

Keywords: learning styles; generic competencies; teaching strategies; temperament.

 

Resumo

A relação entre temperamento e estilos de aprendizagem personaliza o processo educacional, adaptando as estratégias de ensino às necessidades dos estudantes. A pesquisa tem como objetivo determinar essa relação em uma amostra de 351 estudantes de Ciências da Saúde da Universida de Peruana União. Utilizando um design observacional, quantitativo e transversal, identifica-se o temperamento sanguíneo como dominante entre os participantes. Além disso, observa-se que o estilo de aprendizagem mais comum é o assimilador, seguido do divergente. Consideram-se dimensões como a relação entre o temperamento e os estilos de aprendizagem, e a conexão entre estes e as competências genéricas, destacando as competências instrumentais. Os resultados indicam que a educação integral considera a individualidade de cada estudante, enfatizando a importância de reconhecer e valorizar as diferenças individuais no contexto da avaliação da aprendizagem, o que permite a personalização das estratégias de ensino. 

 

Palavras-chave: estilos de aprendizagem; competências genéricas; estratégias de ensino; temperamento.

 

INTRODUCCIÓN

La ONU establece en su Declaración Universal de Derechos Humanos el derecho fundamental de todas las personas a la educación y al desarrollo pleno de su personalidad, lo que es esencial para la labor de la UNESCO. Este derecho abarca diversas etapas educativas, incluyendo la formación técnica y el aprendizaje para adultos. En este contexto, el Informe de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI enfatiza la relevancia de una educación que dure toda la vida, enfocándose en la flexibilidad y la accesibilidad, y fomentando un aprendizaje continuo que incluya el conocimiento, el juicio y la acción individual (Delors, 1997).

En este contexto, la educación superior busca satisfacer la demanda de profesionales capacitados. El enfoque basado en competencias, promovido en diversos informes de la UNESCO, se centra en el desarrollo de habilidades clave que permiten a los alumnos aprender a conocer, hacer, ser y convivir (Chavero, 2020). No obstante, en la Universidad Peruana Unión se presenta un desafío relacionado con la variedad de estilos de aprendizaje y temperamentos de los estudiantes, aspectos que a menudo no se consideran en los métodos de enseñanza y evaluación. Esta falta de atención impide el avance en el desarrollo de competencias genéricas, las cuales, según el autor de este estudio, son cruciales para la formación integral y completa de los estudiantes en el ámbito de las Ciencias de la Salud.

Además, la literatura especializada consultada proporciona varias clasificaciones de competencias, entre las que se destacan las competencias clave de la Comisión de las Comunidades Europeas (2006), así como las categorías de González y Wagenaar (2003) y las competencias de Bunk (1994). Este enfoque tiene un impacto importante para la capacitación de aquellos que tienen una relación directa con el público en su desempeño laboral, ya que las competencias genéricas como la motivación, el trabajo en equipo y la tolerancia a la frustración son necesarias para un desempeño profesional eficaz.

Por otra parte, la educación superior contribuye al desarrollo social y personal de los estudiantes a través de una evaluación que resalta el conocimiento, las habilidades y actitudes, así como el contexto humano del estudiante (Boud, 2020; Cejas y otros, 2019). Esto se considera un enfoque integral de la evaluación el cual considera que las diferencias individuales y los estilos de aprendizaje son fundamentales para comprender cómo los estudiantes asimilan y procesan la información (Macías y otros, 2021; Rodríguez, 2020).

En tal sentido, se adopta la teoría de los estilos de aprendizaje de Kolb (1999), quien indica que cada individuo presenta distintas preferencias en su proceso de aprendizaje, clasificándolas en cuatro tipos: convergente, divergente, asimilador y acomodador. Estos estilos están estrechamente relacionados con el temperamento, que abarca características emocionales y conductuales influenciadas tanto por factores hereditarios como constitucionales (Suárez, 2010). El investigador de este estudio utiliza la tipología de los cuatro temperamentos propuesta por Eysenck (1994): sanguíneo, flemático, colérico y melancólico, también examinada por Maccarcco (2023).

Así, la investigación se organiza en una pregunta central junto con tres preguntas específicas. La primera indaga sobre la relación entre el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas en la evaluación de los aprendizajes en estudiantes de Ciencias de la Salud. Las otras tres preguntas abordan cuál temperamento es más predominante entre los estudiantes, qué estilos de aprendizaje son los más comunes y qué competencias genéricas prefieren. También se analizan las conexiones entre estas variables y su importancia en el proceso de evaluación. Por lo tanto, el objetivo principal de este estudio es determinar cómo se relacionan el temperamento y los estilos de aprendizaje con las competencias genéricas en el contexto educativo, contribuyendo así a la implementación de una enseñanza personalizada y efectiva que se ajuste a las necesidades y características de los estudiantes de la Universidad Peruana Unión.

 

MÉTODO

El presente estudio se desarrolló teniendo en cuenta un enfoque cuantitativo a través de un diseño observacional, no experimental y transversal. El objetivo principal declarado fue determinar la relación entre el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas en la evaluación de estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana Unión. Esta población fue elegida por su relevancia, dado que los estudiantes se encontraban en una fase crítica de su formación profesional. Durante esta etapa, el desarrollo de competencias específicas y la comprensión de los estilos de aprendizaje se vuelven básicas, debido a que impactan directamente en su desempeño clínico y en su futura práctica profesional, en el cual la interacción efectiva con pacientes y la capacidad de aprender de diversas experiencias son fundamentales.

Para la recopilación de datos, se empleó la técnica de muestreo intencional, seleccionando una muestra específica de 351 estudiantes de un total de 405, basándose en la información proporcionada por la Secretaría General. Los criterios para la selección incluyeron a los estudiantes matriculados en el año académico 2017, aquellos que eran estudiantes regulares de los ciclos IV y VI, quienes habían completado al menos dos periodos académicos, es decir, entre 2015-1 y 2017-2 o 2016-1 y 2017-2; y aquellos que formaban parte de las Escuelas Profesionales de Enfermería, Nutrición Humana, Psicología y Medicina Humana, específicamente en segundo y tercer año de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Peruana Unión.

En el proceso de recopilación de datos, se emplearon dos inventarios estandarizados y un cuestionario. Uno de ellos fue el Inventario de Personalidad de Eysenck, el cual evaluó el temperamento a través de cuatro dimensiones: el sanguíneo, relacionado con la extroversión y sociabilidad; el colérico, que midió la dominancia y agresividad; el melancólico, enfocado en la introversión y sensibilidad; y el flemático, que valoró la estabilidad emocional y calma.

Además, se utilizó el Inventario de Estilos de Aprendizaje de Kolb, el cual investiga los estilos de aprendizaje basándose en cuatro dimensiones: convergente (aplicación de ideas y resolución de problemas), divergente (observación desde múltiples perspectivas), acomodador (adaptabilidad y experimentación práctica) y asimilador (teorización y reflexión). Asimismo, se implementó el Cuestionario de Competencias Genéricas, adaptado del Proyecto Alfa Tuning para América Latina, que contempla dimensiones como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la adaptabilidad junto con el aprendizaje continuo.

La confiabilidad de los instrumentos utilizados fue evaluada mediante el coeficiente Alpha de Cronbach, cuyos valores fluctuaron entre 0.756 y 1.083, lo que indica una elevada confiabilidad de las herramientas aplicadas. El tratamiento y análisis de los datos se llevó a cabo utilizando el software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), versión 24 para Windows. Para el análisis comparativo y relacional de las variables nominales, se aplicaron la Prueba de Kruskal-Wallis, la Prueba U de Mann-Whitney y el Chi cuadrado de Pearson, complementados con un análisis de correspondencias simples que permitió estudiar las asociaciones y dependencias entre las categorías de datos nominales a través de la medida de asociación del Chi cuadrado.

La metodología actual se propuso ofrecer una comprensión integral sobre la relación entre el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas. El objetivo fue contribuir a la mejora de los procesos de evaluación y enseñanza en el campo de las Ciencias de la Salud, preparando así a los estudiantes para enfrentar con efectividad los desafíos de su futura práctica profesional.

 

RESULTADOS

Después de examinar el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas de los estudiantes de Ciencias de la Salud, se llevó a cabo un análisis de las relaciones entre estas variables mediante el uso de pruebas estadísticas adecuadas. Los resultados obtenidos revelaron patrones y asociaciones significativas que ayudan a entender mejor cómo el temperamento y los estilos de aprendizaje de los futuros profesionales de la salud están conectados con el desarrollo de competencias genéricas esenciales para su rendimiento.

Tendencias en los tipos de temperamento

Al evaluar los resultados relacionados con el temperamento, se observa que el 37.3% de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud presenta un temperamento sanguíneo como el más predominante; le sigue el flemático con un 25.9%, luego el melancólico con un 23.1%, y finalmente, el temperamento colérico con una representación del 13.7% (Tabla 1).

 

Tabla 1. Tendencia de los tipos de temperamento según sexo.

Tipos de temperamento

Femenino

Masculino

 

Total

n

%

n

%

n

%

Melancólico

63

25.1%

18

18.0%

81

23.1%

Colérico

30

12.0%

18

18.0%

48

13.7%

Sanguíneo

96

38.2%

35

35.0%

131

37.3%

Flemático

62

24.7%

29

29.0%

91

25.9%

Total

251

100.0%

100

100.0%

351

100.0%

 

 

 

 

 

 

 

 

Al examinar la tendencia del temperamento según el sexo, se observa que el 38.2% de las mujeres y el 35% de los hombres tienen un temperamento sanguíneo como su tipo predominante. Además, se destaca que el 29.0% de los hombres presentan un temperamento flemático, mientras que el 25.1% de las mujeres exhiben un temperamento melancólico. Por otro lado, el 24.7% de las mujeres muestran un temperamento flemático; el 18.0% de los hombres tienen un temperamento melancólico y otro 18.0% se clasifica como colérico. Este último temperamento es menos común entre las mujeres, con una representación del 12.0%.

Prevalencia de los estilos de aprendizaje

La caracterización de los estudiantes en relación con los cuatro estilos de aprendizaje revela que el 49.3% prefieren el estilo asimilador, seguido por el estilo divergente con un 24.2%, y luego los estilos acomodador y convergente, que representan el 13.7% y el 12.8%, respectivamente (Tabla 2).

 

Tabla 2. Prevalencia de los estilos de aprendizaje según sexo.

Tipos de temperamento

Femenino

Masculino

Total

n

%

n

%

n

%

Acomodador

35

13.9%

13

13.0%

48

13.7%

Divergente

62

24.7%

23

23.0%

85

24.2%

Asimilador

124

49.4%

49

49.0%

173

49.3%

Convergente

30

12.0%

15

15.0%

45

12.8%

Total

251

100.0%

100

100.0%

351

100.0%

 

La tabla 2 muestra que los estudiantes perciben información a través de la conceptualización abstracta y procesan esta información mediante la observación reflexiva. Se destacan principalmente por ser poco sociables, sintéticos, reflexivos, pensadores teóricos, herméticos, organizadores, diseñadores, con baja sensibilidad, escasa empatía e inclinación a la investigación. El estudiante asimilador aprende utilizando el razonamiento inductivo, concentrándose en conceptos e ideas abstractas. Tiene la capacidad de desarrollar modelos teóricos, integrando diversas observaciones en una explicación coherente.

En consonancia con el contexto de la escuela profesional, se subraya la predominancia del estilo asimilador en Nutrición Humana con un 59.6%; en Enfermería con un 59.3%; y en Medicina Humana con un 57.6%. Asimismo, se define casi de manera equitativa el temperamento asimilador junto con el divergente, con porcentajes de 36.8% y 35.9%, respectivamente, en Psicología.

La figura 1 representa los estilos de aprendizaje basados en el modelo de Kolb, que se apoya en cuatro dimensiones fundamentales: Experiencia Concreta (EC), Observación Reflexiva (OR), Conceptualización Abstracta (CA) y Experimentación Activa (EA). Cada una de estas dimensiones refleja un enfoque específico hacia el aprendizaje y proporciona una manera de clasificar a las personas según sus preferencias y habilidades.

En primer lugar, la EC se asocia con el aprendizaje a través de la experiencia directa. Aquellos que se identifican con este estilo suelen ser descritos como "experimentadores", que aprenden mejor realizando actividades prácticas. Por otro lado, la OR implica un proceso de reflexión sobre las vivencias pasadas, siendo los aprendices en esta categoría calificados como "reflexivos", quienes tienden a analizar y meditar sobre sus experiencias.

La tercera dimensión, la CA, se refiere a la capacidad de pensar y formular teorías a partir de las experiencias. Los individuos que se inclinan hacia este estilo son considerados "pensadores", dado que se enfocan en la comprensión y el análisis de conceptos. Finalmente, la EA se relaciona con la aplicación práctica de ideas y la resolución de problemas; los aprendices en este ámbito son catalogados como "activos", destacándose por su inclinación a poner en práctica lo que han aprendido. La figura también muestra porcentajes que reflejan el grado de preferencia o habilidad en cada dimensión. Valores cercanos al 100% indican una fuerte inclinación hacia un estilo de aprendizaje, mientras que porcentajes más bajos sugieren una menor preferencia.

Esta representación gráfica tiene implicaciones significativas. Un gráfico con una distribución equilibrada entre las dimensiones sugiere que el individuo adopta un enfoque integrador hacia el aprendizaje, lo que es particularmente beneficioso en entornos colaborativos y en el ámbito profesional, donde la adaptabilidad es esencial. Asimismo, el análisis de la figura permite a educadores y formadores diseñar estrategias de enseñanza más personalizadas. También se puede identificar áreas donde el estudiante podría necesitar mayor apoyo. Un bajo porcentaje en EC podría indicar que el estudiante se beneficiaría de más experiencias prácticas o simulaciones.

El análisis del gráfico radial proporciona información valiosa sobre las preferencias de aprendizaje de los estudiantes, lo que resulta importante para mejorar las estrategias de enseñanza y el aprendizaje en contextos tanto académicos como profesionales. Con esta comprensión, es posible fomentar un desarrollo más integral y adaptado a las necesidades individuales de los estudiantes.

 

Figura 1. Ciclos de aprendizaje. Adaptado de Inventario de Estilos de Aprendizaje de Kolb (1999)

 

Preferencias de las competencias genéricas según categorías 

En la Tabla 3 se puede observar que el 24.8% de los estudiantes alcanza un nivel alto en el desarrollo de habilidades cognitivas, metodológicas, así como en destrezas tecnológicas y lingüísticas, que se consideran competencias instrumentales. Además, un 47.9% muestra un nivel moderado en estas áreas. Igualmente, el 20.2% presenta un alto nivel en habilidades y capacidades relacionadas con la comprensión, la sensibilidad y el conocimiento, que les permiten tener una visión integral de la realidad, lo que se conoce como competencias sistémicas; la mayoría de los estudiantes, un 53.3%, se sitúa en un nivel moderado en estas competencias. En cuanto a las competencias interpersonales, que abarcan habilidades sociales y éticas para la interacción y cooperación, también se nota una distribución similar, siendo que un 51.6% de los estudiantes tiene un nivel moderado en esta categoría.

 

Tabla 3. Competencias genéricas categorizadas según sexo.

Competencias genéricas

Femenino

Total

Masculino

Total

Bajo

Moderado

Alto

Bajo

Moderado

Alto

 

Competencias instrumentales

n

72

126

53

251

24

42

34

100

%

28.7%

50.2%

21.1%

100.0%

24.0%

42.0%

34.0%

100.0%

Competencias sistémicas

n

73

138

40

251

20

49

31

100

%

29.1%

55.0%

15.9%

100.0%

20.0%

49.0%

31.0%

100.0%

Competencias interpersonales

n

66

135

50

251

32

46

22

100

%

26.3%

53.8%

19.9%

100.0%

32.0%

46.0%

22.0%

100.0%

 

Se observa que en ambos sexos, la mayoría se sitúa en un nivel moderado en las tres competencias genéricas, con un 55.0% de mujeres destacando en las competencias sistémicas, y un 49.0% de hombres en la misma categoría. En cuanto a las competencias instrumentales, el 21.1% de las mujeres y el 34.0% de los hombres se encuentran en un nivel alto. Por el contrario, las mujeres alcanzan un nivel bajo en las competencias interpersonales, con un 26.3%, mientras que los hombres muestran un 20.0% en las competencias sistémicas.

Asociación entre temperamento y estilos de aprendizaje 

Los resultados revelan una conexión entre los distintos tipos de temperamento y los estilos de aprendizaje en la muestra analizada. Así, el 7.1% de los estudiantes exhiben un temperamento sanguíneo y un estilo de aprendizaje acomodador; el 10.3% tienen un temperamento sanguíneo y un estilo divergente; el 15.4% presentan un temperamento flemático y un estilo asimilador; y el 4.8% muestran un temperamento sanguíneo junto con un estilo convergente.

Al aplicar la prueba de Chi-cuadrado, se encuentra un valor de X2=26.405, con nueve grados de libertad y un p<.05, junto con un recuento mínimo esperado de 6.15. Esto sugiere que hay una dependencia entre estas variables; es decir, el estilo de aprendizaje se relaciona directamente con el tipo de temperamento, lo que demuestra una asociación significativa entre ambas. Así, se puede entender que la forma en que los estudiantes reaccionan o se comportan está estrechamente relacionada con su estilo de aprendizaje, indicando que los rasgos de temperamento influyen en la tendencia hacia sus estilos de aprendizaje en el contexto educativo.

Finalmente, el análisis de correspondencias resalta la relación del temperamento flemático y melancólico con el estilo de aprendizaje asimilador, representando un 15.4% y un 13.7%, respectivamente; además, se observa la conexión del temperamento sanguíneo con el estilo divergente (10.3%) y del temperamento colérico con el estilo acomodador (Figura 1).

 

Figura 2. Asociación de temperamento y estilos de aprendizaje

 

Asociación de temperamento y las competencias genéricas

En la Tabla 4 se puede apreciar una correlación significativa entre los distintos tipos de temperamento de los estudiantes y sus competencias genéricas instrumentales. Específicamente, se destaca que el 20.2% del total de los estudiantes analizados muestran un temperamento sanguíneo, lo cual se asocia con la manifestación de competencias instrumentales en un nivel considerado moderado.

De igual manera, se evidencia que un 9.4% de los estudiantes presentan un temperamento melancólico, lo que se traduce en competencias instrumentales que se encuentran en un nivel bajo. Otro punto es que el 11.4% de los estudiantes exhiben un temperamento sanguíneo, pero en este caso sus competencias instrumentales se encuentran en un nivel alto. Estos resultados sugieren que hay una interrelación importante entre el tipo de temperamento y la capacidad de los estudiantes para desarrollar habilidades instrumentales, lo que podría tener implicaciones en su aprendizaje y rendimiento académico.

 

Tabla 4. Contingencia de temperamento y competencias genéricas instrumentales, sistémicas e interpersonales.

Temperamento

Competencias genéricas instrumentales

 

Bajo

Moderado

Alto

Total

 

Melancólico

n

33

35

13

81

 

%

9,4%

10,0%

3,7%

23,1%

 

Colérico

n

13

23

12

48

 

%

3,7%

6,6%

3,4%

13,7%

 

Sanguíneo

n

20

71

40

131

 

%

5,7%

20,2%

11,4%

37,3%

 

Flemático

n

30

39

22

91

 

%

8,5%

11,1%

6,3%

25,9%

 

Total

n

96

168

87

351

 

%

27,4%

47,9%

24,8%

100,0%

 

Temperamento

Competencias genéricas sistémicas

Bajo

Moderado

Alto

Total

Melancólico

n

31

42

8

81

%

8,8%

12,0%

2,3%

23,1%

Colérico

n

12

24

12

48

%

3,4%

6,8%

3,4%

13,7%

Sanguíneo

n

20

74

37

131

%

5,7%

21,1%

10,5%

37,3%

Flemático

n

30

47

14

91

%

8,5%

13,4%

4,0%

25,9%

Total

n

93

187

71

351

%

26,5%

53,3%

20,2%

100,0%

Temperamento

Competencias genéricas interpersonales

Bajo

Moderado

Alto

Total

Melancólico

n

31

39

11

81

%

8,8%

11,1%

3,1%

23,1%

Colérico

n

14

25

9

48

%

4,0%

7,1%

2,6%

13,7%

Sanguíneo

n

20

74

37

131

%

6,8%

20,2%

10,3%

37,3%

Flemático

n

29

46

16

91

%

8,3%

13,1%

4,6%

25,9%

Total

n

98

181

72

351

%

27,9%

51,6%

20,5%

100,0%

 

Los diferentes tipos de temperamento que presentan los estudiantes de las escuelas profesionales de la Facultad de Ciencias de la Salud están vinculados a las competencias genéricas sistémicas que manifiestan. Se observa que un 21.1% tiene un temperamento sanguíneo y muestra competencias sistémicas en un nivel moderado. De esta manera, un 8.8% de los estudiantes indican tener un temperamento melancólico, lo que se traduce en competencias sistémicas en un nivel bajo. Además, un 10.5% evidencian un temperamento sanguíneo, alcanzando competencias sistémicas a un nivel alto.

En otro orden de cosas, también se puede ver una fuerte conexión con las competencias genéricas interpersonales que estos estudiantes demuestran en sus actividades diarias. Un 20.2% de la población estudiantil presenta un temperamento sanguíneo y competencias interpersonales en un nivel moderado, mientras que un 8.8% manifiestan un temperamento melancólico y competencias interpersonales a un nivel bajo. En contraste, un 37.3% de los estudiantes exhiben un temperamento sanguíneo con competencias interpersonales en un nivel alto.

Respecto a la prueba de Chi-cuadrado y el valor de Alfa obtenidos, se presentan los siguientes resultados: X2=19.551 y p<.003 para la relación entre temperamento y competencias instrumentales; X2=22.426 y p<.001 para temperamento y competencias sistémicas; y X2=13.800 y p<.032 para temperamento y competencias interpersonales, todos estos con seis grados de libertad y recuentos mínimos esperados de 11.90, 9.71 y 9.85, respectivamente. Estos valores evidencian la existencia de una relación altamente significativa entre el tipo de temperamento y las competencias genéricas que poseen los estudiantes (ver Tabla 5).

 

Tabla 5. Asociación de temperamento y competencias genéricas instrumentales, sistémicas e interpersonales.

Competencias genéricas

X2

gl

Sig.

Competencias instrumentales

Chi-cuadrado de Pearson

19,551a

6

,003

Razón de verosimilitud

20,350

6

,002

Asociación lineal por lineal

4,064

1

,044

N° de casos válidos

351

 

 

Competencias sistémicas

Chi-cuadrado de Pearson

22,426b

6

,001

Razón de verosimilitud

23,542

6

,001

Asociación lineal por lineal

2,587

1

,108

N° de casos válidos

351

 

 

Competencias interpersonales

Chi-cuadrado de Pearson

13.800c

6

,032

Razón de verosimilitud

14.036

6

,029

Asociación lineal por lineal

2.649

1

,104

N° de casos válidos

351

 

 

 

Los hallazgos sugieren que las competencias genéricas dependen del tipo de temperamento de los estudiantes. Esto implica que la forma en que los alumnos reaccionan y se comportan está íntimamente relacionada con los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que demuestran en su desempeño académico. Por tanto, se considera que los rasgos de temperamento favorecen la expresión de competencias en áreas como las instrumentales, sistémicas e interpersonales.

El análisis realizado sobre la correspondencia entre temperamento y competencias instrumentales revela que aquellos estudiantes que tienen un temperamento melancólico tienden a asociarse con un nivel bajo de competencias (9.4%). Por su parte, quienes presentan un temperamento colérico se ubican en un nivel moderado (7.1%), mientras que los estudiantes con temperamento sanguíneo alcanzan un nivel alto (11.4%).

Esto sugiere que características como el liderazgo, la sociabilidad, la emotividad y la expresividad del temperamento sanguíneo, así como el optimismo, dinamismo y vehemencia del colérico, además de la sobriedad y calma del melancólico, junto con la confianza y equilibrio del flemático, permiten comprender cómo estos rasgos influyen en la manifestación de competencias interpersonales. Primero, estos atributos sirven como un común denominador y, posteriormente, se destaca su importancia dependiendo de la naturaleza de cada escuela profesional.

Asociación entre estilos de aprendizaje y competencias genéricas

En la Tabla 6 se puede observar que los estudiantes muestran presencia de los cuatro estilos de aprendizaje, reflejando sus competencias genéricas instrumentales. En particular, el estilo asimilador se distribuye en categorías de bajo (14.0%), moderado (24.5%) y alto (10.8%) en relación con las competencias instrumentales. De forma similar, los otros estilos de aprendizaje presentan patrones comparables.

 

Tabla 6. Contingencia de estilos de aprendizaje y competencias genéricas instrumentales, sistémicas e interpersonales.

Estilos de aprendizaje

Competencias genéricas instrumentales

Bajo

Moderado

Alto

Total

Acomodador

n

13

20

14

47

%

3.7%

5.7%

4.0%

13.4%

Divergente

n

27

38

21

86

%

7.7%

10.8%

6.0%

24.5%

Asimilador

n

49

86

38

173

%

14.0%

24.5%

10.8%

49.3%

Convergente

n

7

24

14

45

%

2.0%

6.8%

4.0%

12.8%

Total

n

96

168

87

351

%

27.4%

47.9%

24.8%

100.0%

Estilos de aprendizaje

Competencias genéricas sistémicas

Bajo

Moderado

Alto

Total

Acomodador

n

10

24

13

47

%

2.8%

6.8%

3.7%

13.4%

Divergente

n

27

42

17

86

%

7.7%

12.0%

4.8%

24.5%

Asimilador

n

48

95

30

173

%

13.7%

27.1%

8.5%

49.3%

Convergente

n

8

26

11

45

%

2.3%

7.4%

3.1%

12.8%

Total

n

93

187

71

351

%

26.5%

53.3%

20.2%

100.0%

Estilos de aprendizaje

Competencias genéricas interpersonales

Bajo

Moderado

Alto

Total

Acomodador

n

13

18

16

47

%

3.7%

5.1%

4.6%

13.4%

Divergente

n

25

41

20

86

%

7.1%

11.7%

5.7%

24.5%

Asimilador

n

53

95

25

173

%

15.1%

27.1%

7.1%

49.3%

Convergente

n

7

27

11

45

%

2.0%

7.7%

3.1%

12.8%

Total

n

98

181

72

351

%

27.9%

51.6%

20.5%

100.0%

 

Los estudiantes de las cuatro escuelas profesionales en la Facultad de Ciencias de la Salud presentan una distribución similar en cuanto a los estilos de aprendizaje y las competencias sistémicas. En el caso del estilo asimilador, se observa que el 13.7% cae en la categoría baja, el 27.1% en la moderada y el 8.5% en alta en términos de competencias sistémicas, mostrando una distribución comparable en los estilos divergente, acomodador y convergente junto con sus respectivas categorías de competencias sistémicas.

Los resultados obtenidos del Chi cuadrado y del valor de Alfa, donde X2=13.63 y p<.05, indican una asociación significativa entre los estilos de aprendizaje y las competencias interpersonales, lo que resalta una relevancia estadística. Esto sugiere que el estilo de aprendizaje específico está relacionado con el desarrollo de competencias sociales o blandas.

 

DISCUSIÓN

Los resultados de esta investigación revelan que los estudiantes exhiben todos los tipos de temperamento: sanguíneo, flemático, melancólico y colérico, siendo el sanguíneo el predominante. Estas características son coherentes con lo descrito por Eysenck y Eysenck (1994), quienes los catalogan como extrovertidos y estables, mostrando procesos neurodinámicos equilibrados y activos. Esta definición coincide con la de Flores (2023), que los caracteriza como personas sociables, abiertas, afectuosas, enérgicas y con un alto grado de sensibilidad y empatía.

En cuanto al estilo asimilador, se observa que este se presenta de manera similar en ambos sexos, aunque las mujeres tienen una representación numérica superior en todos los casos. Estos hallazgos son consistentes con investigaciones de Cortés y Guillén (2018) en estudiantes de Medicina Humana, así como de Arias y otros (2014) en Psicología, y Kolb y Kolb (2005) en diversas carreras de salud. Se respalda también la idea de Kolb (2014) de que los estudiantes en estas áreas valoran más la claridad y lógica de las teorías que su aplicación práctica, mostrando una preferencia por conceptos abstractos frente a la interacción social.

Los valores estadísticos que indican la asociación entre temperamento y estilos de aprendizaje son significativos. El análisis de correspondencia muestra relaciones entre los estilos flemático y asimilador, lo que coincide con los hallazgos de Morales y Rojas (2016), quienes identificaron una correlación positiva entre los tipos de personalidad y los estilos de aprendizaje, sugiriendo que la forma en que los estudiantes abordan las actividades en clase está influenciada por su personalidad y sus métodos cognitivos de percepción y procesamiento de información.

Gómez y López (2012) establecen que los estilos de aprendizaje son representaciones significativas de los procesos cognitivos fundamentales y los rasgos de personalidad que los individuos emplean en su entorno para interactuar, pensar y comportarse de manera efectiva. Estos estilos determinan cómo un estudiante aborda el aprendizaje y a su vez influyen en su capacidad para transformar la información en conocimiento práctico. De esta manera, cada persona desarrolla una estrategia particular que se ajusta a su forma de percibir y procesar la información, lo que puede impactar directamente en su rendimiento académico y su capacidad para apropiarse de nuevos conceptos.

Al mismo tiempo, Valencia y López (2018) argumentan que las características específicas del estilo de aprendizaje de un individuo facilitan significativamente la adquisición de competencias genéricas, tales como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la resolución de problemas. Estas competencias son básicas en la formación integral de los estudiantes, ya que su desarrollo está íntimamente relacionado con la forma en que aprenden. La interacción entre el estilo de aprendizaje y las competencias permite que los alumnos no solo se enfoquen en memorizar información, sino también en aplicar sus conocimientos de manera práctica en diversas situaciones. Por tanto, reconocer y entender los estilos de aprendizaje se convierte en una tarea fundamental para educadores que buscan optimizar el proceso educativo y potenciar las habilidades de sus estudiantes.

Ríos y Herrera (2017) concluyen que el enfoque por competencias es una respuesta a la necesidad de integrar conocimientos de manera integradora con las habilidades que los individuos deben desarrollar para enfrentar el mercado laboral. Además, Leyva y otros (2018) destacan que la evaluación es un elemento importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo el desarrollo de competencias. Desde esta perspectiva, la evaluación por competencias propone una transformación en el ámbito evaluativo en todo el proceso educativo.

Gómez y López (2012) reafirman que los estilos de aprendizaje son un reflejo de operaciones cognitivas y rasgos de personalidad que cada individuo utiliza de manera diferente en su entorno, integrándose en características psicológicas, cognitivas, emocionales y fisiológicas al enfrentarse a un contexto de aprendizaje. Sánchez (2011) también considera que la formación orientada a competencias convierte la evaluación en una experiencia auténtica de aprendizaje y un proceso de mejora continua en lo que los estudiantes saben, hacen y sienten.

 

CONCLUSIONES

El presente trabajo ha evidenciado la conexión significativa entre el temperamento, los estilos de aprendizaje y las competencias genéricas en la evaluación de estudiantes de Ciencias de la Salud. Estos resultados destacan la relevancia de tener en cuenta las características individuales de los alumnos, lo cual permite adoptar un enfoque más personalizado y efectivo en el proceso educativo.

El análisis de los distintos temperamentos ilustra cómo influyen en la capacidad de los estudiantes para asimilar y procesar la información. Reconocer los estilos de aprendizaje predominantes posibilita a los educadores ajustar sus estrategias didácticas, creando así un entorno de aprendizaje que sea más inclusivo y eficaz, adaptándose a las necesidades particulares de cada estudiante. Este enfoque centrado en el alumno favorece una comprensión más profunda de los contenidos académicos y mejora habilidades como la comunicación y el trabajo en equipo.

Además, el estudio ha demostrado que competencias genéricas, como la comunicación efectiva y la capacidad de resolver problemas, están estrechamente vinculadas tanto al temperamento como a los estilos de aprendizaje. Al integrar estos aspectos en el proceso educativo, se favorece la formación de profesionales más competentes y listos para enfrentar los retos del sector salud, donde la interacción humana y la toma de decisiones acertadas son fundamentales.

Finalmente, esta investigación subraya la importancia de que las instituciones educativas desarrollen programas de formación continua que amplíen el conocimiento sobre la diversidad de temperamentos y estilos de aprendizaje. Esta práctica enriquecerá la experiencia educativa. Al examinar la relación entre temperamento, estilos de aprendizaje y competencias genéricas, el estudio abre nuevas posibilidades para crear metodologías de enseñanza más eficaces y ajustadas a la diversidad de los estudiantes, contribuyendo a fortalecer la formación en Ciencias de la Salud.

 

Referencias

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